De GAMERS!
Si hay algo que no puedo negar ni ocultar, es que me gustan los videojuegos. No todos, por supuesto (nadie gusta de todo ni todos le gustan), pero en general sí me identifico como un videojugador. Leo revistas y notas sobre videojuegos, hablo de cómo Chrono Trigger es un clásico y consigo tanto juego que me interesa como puedo. Soy, como la etiqueta social marca, un GAMER. El gamer, en sí es el termino aceptable para llamar al videojugador, pero generalmente sólo para el de hueso colorado. Sin embargo, en estos momentos, ya me cuesta trabajo decir que es un gamer y que no. Tomo por ejemplo a mi padre (SALUDOS!!!). Mi padre pasó por el Atari, el Nintendo, y hasta el Wii, de largo completamente. Nunca posó mano suya sobre un videojuego (y no lo hará) ni disfrutó de observar la acción frenética en el monitor mientras había un videojuego. A decir verdad, cada vez que me veía en la pantalla, me decía que se me iban a quemar las neuronas (que no hubiera fuego no quiere decir que no haya pasado). Es, lo que yo podría llamar, el antigamer. Pero las cosas cambian cuando me doy cuenta que juega solitario, y de una manera bastante regular. Es posible argumentar que es un GAMER (después de todo eso es un videojuego), pero también que no lo sea (solo juega eso y solo es una versión digital de un juego de cartas y no hace otra cosa mas). De igual manera, mi madre pasó de noche cualquier relación con los videojuegos, hasta que le mostré Puzzle Bobble (conocido como Bust a Move, o el de los dragoncitos que avientan bolitas), y se quedó enganchada. Previendo este tipo de personas que sólo tienen una experiencia simple o de ratos, se generó la idea de que hay 2 tipos de gamers: los ocasionales, y los hardcore. Visto de una manera simple, el jugador ocasional es aquel que tiene una experiencia simple, no le dedica mucho tiempo o bien que no busca más allá de un juego <a ratos>. El segundo tipo de jugador es el hardcore, el que compra consolas y decenas de juegos, que prefiere videojuegos complejos, que generalmente duran varias horas para completarse y que tienen una inversión de tiempo de aprendizaje considerable.
Sin embargo, muchos jugadores ocasionales son todo excepto eso. Por ejemplo, mi madre, dedicaba sesiones de más de una hora a Puzzle Bobble y hay recuentos de muchos jugadores de Farmville (un juego ocasional) que se levantan a las 3 de la madrugada sólo para cosechar a buena hora sus vegetales. Aún confundiendo más lo que consiste un videojuego o un videojugador, está la serie Brain Age. Hacer operaciones matemáticas básicas, contar sílabas y leer te hace un videojugador?? No exactamente, o por lo menos no lo parecería bajo la descripción que doy. Sin embargo Brain Age es exactamente eso, una serie de ejercicios mentales (descritos arriba) con animaciones cortas entre un ejercicio y otro con el formato de un videojuego. Otra cosa que cambia lo que es un videojuego es Electroplankton. La mejor manera de describirlo es como arenero que al mover partes, haces sonidos para generar tu melodía. No tiene puntos, ni objetivos ni nada. Solo es un “instrumento musical psicodelico”, pero… es un juego, por el formato. Wii Fit, otro ejemplo de videojuego ocasional (está pensado para pasar unos minutos con él solamente, pero para usarse diario) es un entrenador personal con ejercicios diarios. No es exactamente lo más divertido del mundo, pero abre la puerta a otros videojuegos ya a acostumbrarse a manejar uno.
Por otro lado los “videojuegos densos” y los clavados temen que una reciente ola de juegos ocasionales y no-videojuegos se vuelvan la regla y no la excepción. El gamer hardcore generalmente es elitista, y ve con malos ojos que los videojuegos ocasionales gusten tanto, e incluso llegan a situaciones como “eso no es un videojuego, es solo una tontería”. Porque lo ve como una experiencia incompleta y francamente cavernal.
Pero dejemos a un lado diferencias y mejor disfrutemos los videojuegos, total, sean para pasar un rato o estén pensados para que les dediques una sesión de varias horas, es un ocio interesante y apasionante.